- Detesto que el agua del inodoro baje a medias, no puedo soportar el sonido ahogado de la “poceta trancada”. Creo que es lo que más odio en el mundo.
- El sonido rechinante de un dedo sobre un globo. Está comprobado que genera conductas violentas.
- Tomar café frío, pero no hablo del café “fasion” que vende el McCafé, ese es güenísimo. Lo que detesto es que el café calentito de la mañana se enfríe a los 5 segundos por el aire acondicionado de la oficina.
- Flequillo, lo de escupir en la calle es asco generalizado, creo que todos lo detestamos, sobre todo cuando el que escupe no se da cuenta de que te tiene al lado y su gracia te cae en el ruedo del pantalón.
- El mandibuleo. Entiendo que la gente chic quiera hablar chic, pero abusan un poco. Algunos caminan por las calles con traductores simultáneos para hacerse entender, sobre todo cuando van a comprar algo en los buhoneros (sí, les encanta)
- Definitivamente otro generalizado es el de “chuparse” los dientes. Es taaan desagradable, tan terrorífico.
- Los locales del CSI (Centro San Ignacio, para quien no conozca la jerga mandibulosa) que te rebotan porque “bueno, no sé, el Gerente no permite la entrada de esta persona”, o porque vas en jeans (por Dios, ¿cómo creen que alguien va a ir a rumbear –léase beber y sudar- en un traje de Scutaro o Dior?), o porque tiene un par de zapatos que “no son exactamente deportivos, pero no combinan con las paredes del local”. Son el asco.
- La manera de hablar de de los locutores y reporteros venezolanos. Primero, entre las 98273760927568 muletillas que podría citar, la peor –según yo- es: *Pues*: “vemos, pues, como se ha concentrado en esta arteria vial un gran número de…”; “bienvenido, invitado, vamos, pues, a comenzar, pues, con nuestra, pues, entrevista, pues”. Segundo, la manera en que extienden los artículos/adjetivos y demás palabras decorativas para “tener tiempo para pensar que decir luego”. Tercero: la manera robotizada en que hablan. No importa la emisora que escuches, ni el noticiero que veas. En cualquiera se escucha lo mismo, con la misma entonación, los mismos altos y bajos, las mismas palabras, etc.
Todos somos intolerantes con determinadas cosas, todos tenemos manías. ¿Cuáles son las tuyas?
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